Por: Alejandro Murzone
Foto: Carolina Bibiloni
Nacido en Chicago, Illinois el 31 de marzo de 1938, David Michael Powers, ha construido una gran reputación en el mundo de la Canofilia Mundial.
Muy querido por sus amigos y poseedor de miles de historias de nuestro ámbito, es uno de los jueces más afamado de Latinoamérica.
Reconocido por su gran sentido del humor y sus elegantes corbatas moños de las que hace gala en el centro de cada ring que gobierna.
Hoy nos devela una parte de su historia personal y cinófila.
¿Cuándo descubrís que los perros iban a ser una parte fundamental de tu vida?
Ay, difícil saberlo… porque siempre he tenido perros.
Desde niño comencé teniendo un Cocker Spaniel Americano, luego un Doberman.
Tuve un Caniche Standard que recibimos de David Niven, el actor inglés, él estaba regresando con su esposa a Inglaterra y nos pidió si podíamos recibir uno de sus perros.
Yo tenía 11 o 12 años más o menos.
Tiempo después me fui a vivir a Latinoamérica, trabajando para compañías norteamericanas, siendo representante en Bolivia y Guatemala.
Después de un tiempo regresé a New York donde me desenvolví como vendedor de acciones, pero el invierno era muy cruel así que decidí volver a California donde había pasado la mayor parte de mi vida, allí mi pareja y yo teníamos en las lomas una casa muy linda.
Cuando nos mudamos no teníamos nada más que una mesa, cuatro sillas y una cama, porque la mudanza de Nueva York no había llegado todavía.
Una noche, cuando nos fuimos a dormir, entró alguien y nos robó 100 dólares que estaban en un closet, llamamos a la policía y dijo: “Tienen que conseguir una pistola o un perro”, entonces nos decimos por un perro, quien fue responsable que yo comenzara a criar y exhibir.
Todo comenzó por 100 dólares nada más, se lo debo a los delincuentes:
¡gracias a los que me robaron!
¿Cuál fue la raza que empezaste criando?
El Pulí. Teníamos un amigo de New York, que tenía un ejemplar de la raza, nos gustaba mucho este perro, entonces compramos uno y después otro y así comenzamos a criar.
¿Es una raza difícil para criar?
No. Son muy rústicos e inteligentes. Cuando yo me sentía mal, ellos sabían, son sensibles y tiene una conexión especial con el propietario.
La gente cree que son difíciles para mantenerlos, pero una vez que se forman los cordones (Rastas) lo único difícil es bañarlos porque cuando tiene una capa entera hasta el piso que es muy difícil mojar, es impenetrable.
Para bañarlos tardaba alrededor de 45 minutos, la mayor parte del tiempo poniendo agua dentro de los cordones, después es fácil secarlos con un turbo sobre una mesa.
Creo que la raza puede ser difícil en ciudades de mucha humedad, porque si no se seca bien, huele a perro…
Como también pasa con el Komondor.
¿Son guardianes?
Son perros de pastoreo que aman a los niños.
Si algo pasa y no saben qué , ladran mucho y avisan… el Komondor va a atacar seguro, ellos son muy bravos, si viene alguien y quiere entrar sin permiso, no va a ser posible.
¿Después del Puli a qué raza te dedicaste?
En ese tiempo estaba en Estados Unidos, allá los grupos 1 y 2 de la FCI estaban juntos en el Working Group que era muy grande y el Puli estaba al final, porque era de los más chiquitos y casi nunca ganábamos porque era difícil competir contra los Doberman’s y otras razas fuertes, así que pensamos en tener otra raza más vistosa, finalmente conseguimos un Welsh Corgi Pembroke.
Teníamos buenas líneas con buenos ejemplares, pero nada extraordinario.
Entonces fui a ver a un amigo llamado Clarke Cody que era manejador y tenía un cliente que tenía dos Norwich Terriers muy bellos; ellos decidieron no continuar con esta raza, entonces yo compré uno de los hermanos que me gustó mucho y fue cuando conseguí mis 3 minutos de fama.
Lo exhibí como handler en Westminster donde logramos un 4to de grupo y llegamos al podio como “Mejor De Exposición” en un Show muy grande que se realizó en Detroit, además de otros éxitos.
Después he tenido otras razas, he criado Dachshund, Border Terriers, Malamute, Fox Terrier Pelo Duro y probablemente algunas otras razas que ya ni recuerdo… (Risas)
¿Siempre presentaste en el American Kennel Club?
Sí, pero también en México. Comencé en Ensenada donde también tengo una casa y hay un Kennel llamado “Club Canófilo de Baja California”, que es el segundo Club más antiguo de México.
Fuimos allá por las exhibiciones y finalmente fui su presidente.
Estaba en ambos lados de la frontera porque la distancia era poca: unas 3 horas en auto desde Los Ángeles a Ensenada.
¿Qué te lleva a México?
Cuando tenía 18 años decidí que quería entrar al servicio extranjero de los EE.UU y para eso debía tener otra lengua.
Entonces fui a México y estudié en lo que es actualmente la Universidad de las Américas, pasé un año allá, pero sucedió que la mayoría de los estudiantes eran Norteamericanos por lo que no estaba aprendiendo español, entonces me cambié a la Universidad Nacional Autónoma de México, estuve un año allí y luego regresé para terminar mi educación en la Universidad de Georgetown en la escuela de relaciones extranjeras.
¿Cómo llegas a juzgar?
En una oportunidad que estábamos exhibiendo en Ensenada-México conocí a la Baronesa Thelma Von Thaden quien fue la única mujer que llegó a ser presidente de la FCI .
Ella me preguntó:
¿por qué no venís a México para comenzar la carrera de juez?
Finalmente fui y comencé con la raza Puli a hacer el grupo 1. Fui rindiendo los exámenes y me recibí de juez en 1985 y comencé a juzgar en México, después comencé a rendir en los EE.UU, en los años 91 o 92.
Actualmente puedo juzgar 38 o 39 razas en Norteamérica.
¿Juzgas más para el American Kennel Club o para la FCI?
La mayor parte es para la FCI. No quiero criticar al AKC, pero la forma de conseguir razas en los EE.UU se cambia cada 2 años, y eso no me gusta mucho.
¿Cómo se vivía en tu familia tu pasión por los perros?
Mi primera pareja, con la que estuve 44 años, también exhibía, fue un hobbie que compartíamos, los dos estábamos apasionados con la misma raza, comenzamos juntos. Cuando ella falleció, doy gracias a Dios que tenía a mis 4 perros, tenía una tristeza destructora, pero tuve que levantarme por la mañana porque mis perros estaban ahí, fueron mi sostén, mi motivación, me devolvieron a la vida.
¿Tus amigos eran de la Canofilia o de otros ámbitos?
Teníamos amigos fuera de la Canofilia, pero creo que cuando uno está en esto no tenés fines de semana, entonces perdimos varios amigos simplemente porque no los veíamos.
Es triste que no tenga muchos amigos en California, donde vivo.
La mayor parte del tiempo estoy con la gente de la Canofilia.
¿Cómo es tener perros en California?
Difícil, como en todo el mundo. En casi todo los EE.UU, por ley, solo se permite tener hasta 3 perros , por eso vivo donde vivo.
En un momento viví en una casa muy bonita en un vecindario bastante lindo, pero cuando tuve 4 perros tuvimos que mudarnos.
Ahora tengo un rancho que está en las montañas, un área donde está permitido tener caballos y aunque estoy a una cuadra al norte del límite de la ciudad de Los Ángeles.
Aquí llegamos a tener 29 perros, pero como el terreno es amplio y no molestábamos a los vecinos, no tuvimos nunca ningún problema.
Por eso cada vez hay menos criadores, porque en la mayoría de las ciudades no se puede tener más de 3 perros y no se puede tener un programa de Cría con solo 3 perros, es imposible.
En la actualidad vivís con 2 perros, que son tus mascotas.
¡Sí! tengo dos Norwich Terrier, madre e hijo. Estoy feliz con ellos porque, como viajo mucho, es fácil atenderlos.
Creo que cuando se muera la hembra voy a conseguir otro, pero que sea más fácil para mantener, no imagino mi vida sin perros.
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