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ALERGIAS EN PERROS


Dr. Fernando A. Fogel

ALERGIAS EN PERROS

Está ampliamente difundido el término “alergia” tanto en medicina veterinaria como en medicina humana y hasta me arriesgaría a afirmar que en todas las familias hay una persona que padece este problema. Muchas veces se tiende a comparar el aspecto clínico de un perro o gato alérgico con la presentación clínica en humanos, aunque suele ser muy diferente. En medicina veterinaria es el motivo más frecuente de consulta dermatológica. Hay varios tipos de alergia en perros, pero las presentaciones más habituales en la clínica diaria son la Dermatitis Atópica Canina, la Dermatitis Alérgica a la picadura de pulgas y la alergia alimentaria. Las tres están estrechamente relacionadas y aunque desde un punto de vista académico se las estudia y describe por separado, desde un punto de vista clínico un paciente puede presentar los tres tipos de alergias. De las tres, la más frecuente de las alergias en perros es la Dermatitis Atópica y es la respuesta exagerada a alérgenos ambientales como pólenes, mohos, ácaros del polvo, etc. El signo clínico más frecuente es el prurito o picazón que genera mucha preocupación a sus propietarios, ya que como se rascan con sus patas, con los dientes o contra objetos (muchas veces frotan la cara y/o abdomen contra alfombras, pasto etc.) terminan generando áreas con pérdida de pelo e incluso erosiones y excoriaciones (heridas, lastimaduras) en la piel. Estas lesiones permiten que las bacterias que habitan la piel normal generen infecciones (piodermias), muchas de ellas severas. La dermatitis atópica canina puede afectar varias regiones de la piel, pero fundamentalmente el área alrededor de los ojos, labios, cara interna de pabellones auriculares (ocasionando secundariamente otitis), manos y patas incluyendo los espacios interdigitales, cara interna de muslos, inglés y axilas. El diagnóstico de la dermatitis atópica es clínico y no se necesita ningún tipo de análisis para confirmarlo. En cuanto al tratamiento de la dermatitis atópica hay posibilidades diversas. El más indicado es la inmunoterapia alérgeno específica que consiste en administrar vacunas para desensibilizar al individuo alérgico. Para la etapa aguda de la dermatitis atópica se recomiendan corticoides y baños frecuentes con shampues indicados.  Para el mantenimiento y etapa crónica hay posibilidad de otro tipo de medicamentos como acidos grasos, antihistamínicos, ciclosporina, baños terapéuticos, etc. La dermatitis alérgica a la picadura de pulgas consiste en la respuesta exagerada a alérgenos presentes en la saliva de la pulga y que entran en contacto con el paciente luego que la pulga pica.  Afecta inicialmente una región determinada como la base o nacimiento de la cola y alrededor del ombligo y cara interna de muslos. El diagnóstico es clínico y el tratamiento se basa en controlar las pulgas sobre el animal (pipetas pulguicidas, comprimidos pulguicidas, baños con pulguicidas) y en el medio ambiente (es fundamental ya que gran parte de la vida de la pulga se desarrolla fuera del animal). También se utilizan corticoides para controlar el prurito La alergia alimentaria consiste en una respuesta exagerada a alérgenos presentes en la comida. Se manifiesta clínicamente de manera muy similar a la dermatitis atópica canina a tal punto que a todos los pacientes con signos compatibles a la dermatitis atópica debe indicárseles una dieta de exclusión o eliminación para poder diferenciar ambas alergias. Esta última es la única opción de confirmar el diagnóstico de alergia alimentaria y consiste en dejar de administrar la comida habitual para darle solo dos ingredientes (uno que aporte proteínas y otro que aporte hidratos de carbono) que no haya ingerido nunca durante un período mínimo de 2 meses. El tratamiento es fundamentalmente cambiar los ingredientes de la comida y controlar el prurito con corticoides, acidos grasos, baños terapéuticos, ciclosporina, etc. Muchas veces noto con preocupación que se hacen diagnósticos de “alergias” con cierta liviandad y la realidad es que es una de las enfermedades más preocupantes y desgastantes de la medicina veterinaria ya que lamentablemente NO SE CURA!!!!! Solo se puede controlar.

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