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Foto del escritorPerros en Acción

Real Sociedad Canina de España

Para garantizar su supervivencia y su papel como legado de nuestra sociedad

El Gobierno de Canarias acaba de hacerlo a nivel autonómico con el Presa Canario, el Majorero, el Podenco Canario y el Podenco Garafiano

La Real Sociedad Canina pide declarar las razas autóctonas Patrimonio Cultural e Histórico de España

La Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha pedido al Gobierno que declare las razas caninas españolas Patrimonio Inmaterial, Cultural, Histórico, Genético y Etnológico para preservar su supervivencia y continuidad y así garantizar su papel como legado y testimonio vivo de la evolución de nuestra sociedad y nuestro país.

Esta petición se sucede en un momento en el que el Gobierno trabaja en la nueva ley de Bienestar y Protección animal estatal, con la que la RSCE quiere un marco jurídico proteja estas razas, pues a día de hoy, excepto el Perro de Agua Español, el Podenco Ibicenco y el Mastín Español, todas ellas necesitan una protección especial para no acabar desapareciendo, como ocurrió en su día con el Perro Punta Español, el Dogo Español o el Gorgas Alicantino.

Aunque la RSCE ya trabaja junto a aficionados y criadores en los denominados ‘Grupos Étnicos’ para poner en marcha programas de recuperación específicos para cada raza, lo cierto es que sin una protección especial de las administraciones públicas y un tablero juego legislativo claro será imposible mantener la crianza y preservación de todo esta herencia cultural que suponen las razas caninas.

Las características tanto físicas como psíquicas y de conducta que tienen las razas caninas puras hacen que, a día de hoy, además de su labor de acompañamiento, ejerzan labores básicas y primordiales dentro de nuestra sociedad. Por ejemplo, son un nexo fundamental en el mundo rural y en lo que se ha dado en llamar la ‘España Vaciada’, que lo estaría aún más sin la ayuda que los perros proporcionan en los lugares más recónditos de nuestro país, en labores como el pastoreo, la guarda y protección y el trabajo con el ganado.

Además, sirven a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado tanto en la Policía como en la Guardia Civil y sirven de protección a mujeres víctimas del maltrato. Igualmente, siguen siendo fundamentales en la salud de las personas, sobre todo como perros guía de personas con visibilidad reducida o en hospitales en algunas terapias de acompañamiento y salud mental.

Canarias da el paso y protege a sus razas autóctonas

Precisamente, el Gobierno canario ha tomado la delantera al Gobierno de la nación y ya ha dado este paso convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en declarar sus razas autóctonas Patrimonio Cultural, Genético y Etnológico. A través de una Proposición No de Ley, todos los grupos parlamentarios aprobaron de forma unánime esta medida, la cual protege la crianza y conservación del Presa Canario, el Majorero, el Podenco Canario y el Podenco Garafiano.

Todas ellas son razas reconocidas por la RSCE, aunque deja fuera al Lobito Herreno, el cual también incluye la entidad en su compendio de razas nacionales. Así, Canarias sienta precedente, pues la única iniciativa de este tipo que se ha dado antes en España fue la de la ciudad de Jerez de la Frontera, que declaró al Ratonero Bodeguero Andaluz Patrimonio Cultural e Histórico.

Con este espíritu de preservar el legado histórico que suponen las razas caninas, la RSCE presentó el pasado mes de diciembre junto con el Ministerio de Agricultura el libro ‘España a través de sus razas caninas: origen, historia y funcionalidad’, una obra con la que busca hacer pedagogía acerca de las 33 razas nacionales reconocidas por el Ejecutivo y concienciar acerca de la importancia de que se tomen medidas para evitar su desaparición.

Como señala Julián Hernández, presidente de la RSCE, “es imposible entender la historia, nuestra idiosincrasia y nuestra evolución como nación sin hacer referencia a los perros que nos han acompañado a lo largo de todos estos siglos y años. Pero no basta con mirar al pasado; hay que garantizar el futuro de estas razas como patrimonio pujante, rico y muy vivo. La Real Sociedad Canina lleva haciéndolo más de 100 años, pero sin el respaldo de las administraciones públicas, una parte importante de nuestra cultura está en peligro de desaparecer”.



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